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miércoles, 25 de noviembre de 2015

5 FORMAS DE DISFRUTAR EL OTOÑO




En Otoño, las hojas de los árboles se caen, porque su actividad    disminuye para poder adaptarse a la carencia de nutrientes de unos suelos más helados y con menos horas de sol. Lo que en realidad hacen es desprenderse de las hojas, que consumen más de lo que producen. De esta forma, los árboles eliminan aquello que no les sirve y es de esta forma como se van renovando con hojas nuevas cuándo el sol vuelve a brillar y el suelo está más fuerte. 

Las personas, como seres vivos, vivimos un proceso similar en esta época del año, nos sumergimos en un estado de animo basado en el recogimiento interior. Nos permite además, conectar con la familia, el hogar, nos invita a pensar en cambios que queremos introducir en nuestras vidas. Comenzamos un proceso de limpieza interna, eliminando de este modo aquello que nos produce malestar, de forma similar a como los árboles eliminan sus hojas. 

Por eso, es un buen momento para pasear con tranquilidad, pensar en nosotros mismos, y ordenar todas las ideas que el loco verano nos desordena. 

A mi me gusta mucho el Otoño y por eso os dejo aquí 5 formas de disfrutar del mismo.

PARA DISFRUTAR DEL OTOÑO:


1. PASEOS POR EL CAMPO. El campo está precioso en otoño, nos invita a la reflexión interior y a la confidencia entre amigas. Nos reporta beneficios para el cuerpo y para el alma. Respiramos aire puro y limpio que nos permite eliminar toxinas y aporta oxigeno a nuestro cerebro, con lo que las ideas se aclaran mejor.  

Con los paseos, alimentamos la vista al observar diferentes paisajes con una gama de tonalidades impresionantes.  Entramos en contacto con la naturaleza y eso tiene un efecto desestresante, nos hace tener una visión más amplia y nos engrandece el corazón.
Si paseamos solas, nos permite pensar en intereses personales, nos aclara las ideas y nos hace ver una gama amplia de posibilidades a elegir. 
Si lo hacemos con amigas, nos ayuda a hablar, a expresar emociones y contarselas a otra persona, nos reímos más compartiendo anécdotas y experiencias y eso ejerce un efecto muy beneficioso para nuestro estado anímico y físico.





2. DEJA CAER AQUELLO QUE TE DAÑA. De la misma forma que las hojas caen para que el árbol se libere de aquello que no necesita, las personas necesitamos también eliminar aquello que nos hace daño y que no necesitamos. 
El otoño es un buen momento para deshacerse de ideas negativas y comenzar a crear nuevos patrones de pensamientos constructivos. Escucha a tu yo interior para comprobar cuales son tus necesidades y tus carencias, es así como podrás iniciar nuevas experiencias, y experimentar emociones más positivas. Elimina aquellas emociones negativas que hacen que pierdas tu tiempo y tu energía porque esto te desgasta como persona y aporta muy poco a tu vida. 
También es buen momento para dejar ir a esas personas que no te aportan nada, son las llamadas "vampiros energéticos", son personas manipuladoras que únicamente buscan saciar sus necesidades aunque para ello tengan que dañarte. 

3. TIEMPO PARA LA INSTROSPECCIÓN

En Otoño tenemos menos horas de sol y por tanto más tiempo para el recogimiento, para la vida en el interior. Este tiempo hay que  aprovecharlo para mirarnos hacia adentro, observarnos y analizarnos a nosotros mismos. Podemos pensar que es aquello que queremos, realizar planes personales, propuestas nuevas. 

En esta época, al tener menos luz, salimos menos a la calle, quedamos menos con los amigos y pasamos más horas de soledad y por tanto podemos pensar más en nuestro estado interior. 

Hazte las siguientes preguntas: ¿Quien soy? ¿Qué quiero hacer en mi vida? ¿Cómo me encuentro? ¿Cuales son mis emociones? Anótalas en un papel y guardalas en un lugar para poder comprobarlo al año siguiente y así verás tu evolución en ese año. Es un ejercicio muy emocionante…os lo aconsejo. 


4. MOMENTOS PARA COMPARTIR EN EL HOGAR

Estamos en un buen momento para poder recogernos en casa. Estar más cerca del hogar, compartimos más momentos con la familia. Podemos realizar muchas actividades dentro de la casa, como por ejemplo: jugar con mi familia a juegos de mesa, leer cuentos, ver películas juntos, hacer manualidades, organizar cenas con amigos. 

Volviendo al símil de las hojas de los árboles, que al caer los dejan más despejados, las casas también necesitan limpieza, eliminar aquellos objetos que no utilizamos, despejarla de cosas inútiles nos hará sentirnos mejor y nos ayudará a ver las cosas con mayor claridad. Todos esos objetos que no utilices, puedes regalarlos, donarlos o tirar aquellos que ya no uses. Al despejar la casa, despejarás también las ideas y simplificarás tu vida para centrarte en aquello que realmente tiene importancia. 


5. ALIMENTAR EL ALMA

Concede a tu vida algún momento de espiritualidad, no importa la religión o la creencia que tengas, pero la espiritualidad es necesaria para alimentar el alma, de la misma forma que la comida nos alimenta el cuerpo.

¿Cómo puedo encontrar esos alimentos para el alma? Yo los encuentro en muchas cosas y con diferentes actividades: la meditación, la contemplación, observar cosas bellas, el silencio, la música, la reflexión, la lectura, la charla con amigas…todas esas cosas alimentan mi alma, y aumentan mi espiritualidad.   
Hay otras formas, cada uno deberá encontrar la suya propia, y es recomendable que se haga, porque te sitúa en un plano emocional diferente. 

Por eso, el otoño, es un buen momento para darle a tu alma un espacio para crecer y desarrollarse, es de este modo, como podrás echar raíces profundas y aumentar tus ramas hasta que lleguen al cielo.







Y después de leer este post, ¿alguien se apunta conmigo a dar un paseo por el campo? 



lunes, 23 de noviembre de 2015

TENSIONES INTERNAS: DISONANCIA COGNITIVA


¿Alguna vez habéis dudado entre aquello que queremos hacer y aquello que debemos hacer? ¿Estas dos ideas son incompatibles entre si y te generan ansiedad, malestar, angustia? ¿Por qué se produce esta sensación? 

Un ejemplo: Me encanta comer chocolate, pero se que no debo comerlo porque me engorda, si lo hago, me intento consolar a mi misma diciendo: "es bueno si se toma poco", "no pasa nada por una vez", "mañana ya no tomo más…" y con esa argumentación intento reducir la contradicción que se genera dentro de mi.


Otro ejemplo: Cuándo discuto con mi pareja, mi hermana, mi hijo,  me siento fatal, porque yo tengo la creencia de "que la familia no se pelea", entonces el hacerlo me provoca tensión y ansiedad, y o trato de buscar un motivo: "me ha provocado" o trato de resolverlo pidiendo perdón.

¿ENTONCES, QUÉ ES LA DISONANCIA COGNITIVA?

Este es un concepto que surge del experimento que hizo el psicólogo León Festinger en 1957. Si pinchais en el siguiente enlace podréis ver un video del experimento: https://www.youtube.com/watch?v=jEUb1RIMygU


La disonancia cognitiva es la tensión interna del sistema de creencias, ideas y emociones que percibe una persona al mantener al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o un comportamiento que es diferente de sus creencias.


La disonancia es una experiencia subjetiva y propia de cada persona, es decir, que ante el mismo contenido real, cada uno lo vive de una forma diferente.
 

¿Qué haces cuándo tienes dos ideas que son incompatibles entre si y te generan tensión?


Cuando aparece la tensión, surge un cambio: 

1. Podemos cambiar nuestra forma de pensar respecto a la idea previa. 

En el ejemplo anterior de la discusión de la pareja, puedo pensar que tal vez sea el momento de que la familia se pelee para conseguir mis objetivos y con ese pensamiento consigo vencer la tensión que me produce la contradicción entre lo que hago y lo que pienso.

2. Podemos cambiar lo que los demás piensan del tema para que nos apoyen en aquello que estamos haciendo, y de este modo nos sintamos en sintonía con los demás. 

Ejemplo, contándole a una amiga la discusión para conseguir que se ponga de mi parte. 

3. Podemos cambiar nuestro comportamiento para hacerlo compatible con mi idea.

Ejemplo, pidiendo perdón a nuestra pareja. 



Como habéis visto en estos ejemplos, la tensión que genera la disonancia cognitiva necesita ser resuelta a través de la autojustificación de nuestros pensamientos o comportamientos. 


Nuestro cerebro no soporta dos formas diferentes de ideas, emociones o creencias, por lo que tiene que buscar una alternativa para reducir de esa forma la tensión que nos produce el haber elegido una opción concreta.


Podemos hacer de la disonancia cognitiva una gran aliada nuestra siempre que seamos conscientes y no nos lleve al autoengaño. Si la usamos libremente, nos puede ayudar a sentirnos mejor con nosotros mismos. 


Y es que estamos diseñados para estar en consonancia con lo que pensamos y sentimos, todo lo que nos haga salir de eso, nos provoca una tensión emocional que tendremos que gestionar de forma positiva. 

Cuando sientas ansiedad, por no hacer aquello que piensas y actúas de forma diferente, no extrapoles esta tensión al resto de los acontecimientos de tu vida. 




A partir de ahora ya sabes que se trata de Disonancia cognitiva y que hay estrategias para reducir esa tensión. 




jueves, 19 de noviembre de 2015

7 RAZONES PARA SER FELIZ



Vivimos el día a día sumidos en una dicotomía de emociones: felicidad-tristeza; amor-odio; risa-llanto; ira-calma; miedo-valentía… y así, cada estado emocional  tiene su contrario, su pareja. 

Nosotros tenemos el poder de escoger que emoción queremos que se manifieste en cada momento de nuestra vida,  independientemente de los hechos que ocurran, y todas estas emociones son necesarias para vivir, cada una de ellas ocupa su lugar y tiene su hueco en nuestro mundo interno.

Por ejemplo, no podemos vivir felices si no hemos experimentado la tristeza. El estado de euforia o de felicidad no puede ser eterno, también necesitamos momentos de introspección y búsqueda interior para saber quienes somos y hacia donde nos dirigimos. Es esto lo que nos aporta la tristeza, un lugar en el que podamos pensar, meditar y dirigir nuestra vida hacia el sendero que consideremos necesario.


En la película "Del revés", la alegría se encarga de mantener a Riley con optimismo, con energía y felicidad. La tristeza aparece como una emoción negativa, es el personaje que más molesta al resto, pero finalmente se demuestra que es una de las emociones más importantes, porque nos permite pensar en nosotros mismos, reflexionar y plantear soluciones. 

Pero este post que aquí escribo hoy trata sobre la emoción de la felicidad, ya se que os debo uno sobre la tristeza, pero hoy hace un día radiante, soleado, me siento feliz y por eso quiero dar las razones por las que me siento feliz. 





Comienzo de uno en uno:

La familia, el amor y los amigos: Ellos son mi creencia, mi esencia, mis pilares básicos de la vida. Sacan lo mejor de mi y me hacen feliz porque comparto momentos muy especiales junto a ellos y siempre lo hago con plenitud, sintiendo que soy yo misma. 

Las risas. Tener risas con gente que te acompaña o contigo misma, mientras ves una película, lees un libro, o presencias alguna escena en la calle. Esas risas que a veces son a carcajadas y otras solo una sonrisa. Reír y sonreír me hacen feliz, me elevan al estado de euforia que hacen que se vean las cosas con una perspectiva muy divertida. 

Los besos y los abrazos. Siempre me hacen feliz. Logran que me sienta viva, que sienta el roce de otra persona, noto amor, amistad. Me siento segura cuándo hay besos y abrazos que me rodean. Me siento viva, alegre, humana.

La música. No hay nada mejor que una canción que te haga mover todo el cuerpo bajo su armoniosa melodía. La música eleva el alma, ennoblece a las fieras. La música es una gran razón para ser feliz…aquí encuentras tantas bonitas historias, que es difícil no sentirse viva.


 Así que ya sabéis…..


Poned música y bailad, y si podeis hacerlo abrazando a alguien, no dudéis que eso os dejará un momento de felicidad sin precedentes.

martes, 17 de noviembre de 2015

CUANDO EL CORAZÓN SE LLENA DE PAJA


   


Estoy abrumada con la cantidad de noticias terribles del mundo, de ese espacio en el que yo vivo.
Violencia de género, ataques terroristas, bombas, guerras, sangre, muertes, niños hambrientos, gente sin hogar, refugiados que huyen….

¿QUÉ LE PASA A LOS HUMANOS?

Escuchamos sobre intereses políticos y económicos, gobiernos que quieren el poder por encima de todo y de todos, ejércitos de humanos preparados para destruir y autodestruirse, y yo aquí reflexionando sobre todo esto y desbordada por la tristeza de tanta muerte y tanto odio, me pregunto: ¿Dónde hemos dejado el corazón? ¿lo hemos llenado de paja para no sentir?

Se antepone el poder y el absolutismo  de unos ideales, a la vida de las personas, a la felicidad, a la convivencia y tolerancia. 

No me gusta el futuro que estamos dejando a nuestros hijos, vivimos con el miedo, con el terror, incluso con el pánico en muchos lugares de la tierra. Vivimos con corazones rotos de odio. 

Me gustaría vivir en un mundo sin odio, sin barreras, donde todo y todos tienen cabida, en el que hay respeto y tolerancia, dónde las personas suman y no restan. Imagino un mundo limpio, en paz, responsable, sabio….IMAGINO….. 



Imagine de John Lennon. 





Al nacer, aunque no lo parezca,  vivimos desde el corazón, es nuestra capacidad natural, esa es nuestra esencia, vivir en paz. Luego viene lo otro…impuesto, aprendido. 
Lo primero que se desarrolla en un feto es el corazón, que guía la formación del resto del cuerpo. Pues es así, solo desde el corazón abierto, inmenso y lleno de amor podemos mirar la vida de otro modo y actuar en consecuencia. 



Vamos a hacer un ejercicio para hacernos conscientes de nuestro corazón:
Cierra los ojos, inspira contando hasta 8, mantén la respiración dentro todo lo que puedas y dirige tu pensamiento hacia el corazón. ¿lo notas, lo sientes, lo percibes?.

EL CORAZÓN, ES LO MÁS IMPORTANTE QUE TENEMOS. 

Para volver al corazón, debemos trabajar para ello, porque el alma de las personas está muy aturdida. Han resurgido movimientos importantes, tendencias actuales que vuelven a la esencia de la vida con corazón. Terapias basadas en trabajar desde el corazón, libros que hablan de vivir desde el corazón, artículos, blog. ¿Se ha puesto de moda esto de vivir con el corazón?


Ante tanto terror y odio, debe resurgir el vivir desde dentro, pensando desde el corazón, viviendo, amando, respetando, tolerando desde su más íntima fibra. Dejando que deje de ser paja, dando sentido, dotándolo de la más amplia importancia, cuidando y regando de él como se merece.


¿Por que se vuelve de paja el corazón? 

La miseria, la desesperación, la soledad, el andar en un camino perdido sin salida, la avaricia, el poder, las heridas internas no sanadas, la poca visión de futuro, el hambre, la frustración, incluso el miedo. Todos ellos son buenos alimentos para tener un corazón de paja, al que no dudan en sustentar los líderes que nos dirigen. 

Se les ha secado el corazón, se les ha convertido en paja, ahora no son humanos, se han vuelto espantapájaros…en este caso en espantapersonas. 

Ahora solo les queda una tarea, encontrar al Mago de Oz…y que la vida vuelva a su corazón.

















viernes, 13 de noviembre de 2015

DESESPERANZA


         "El más terrible de los sentimientos es el
                         sentimiento de tener la esperanza muerta"
                                                 Federico García Lorca


He leído un fragmento de Doña Rosita, la Soltera de Federico García Lorca y me ha sobrevenido un sentimiento fuerte de desesperanza. 

Os dejo aquí el fragmento:

"Me he acostumbrado a vivir muchos años fuera de mí, pensando en cosas que estaban muy lejos, y ahora que estas cosas ya no existen, sigo dando vueltas y más vueltas por un sitio frío, buscando una salida que no he de encontrar nunca. Yo lo sabía todo. Sabía que se había casado; ya se encargó un alma caritativa de decírmelo, y he estado recibiendo sus cartas con una ilusión llena de sollozos que aun a mí misma me asombra. Si la gente no hubiera hablado; si vosotras no lo hubiérais sabido; si no lo hubiera sabido nadie más que yo, sus cartas y su mentira hubieran alimentado mi ilusión como el primer año de su ausencia. Pero lo sabían todos y yo me encontraba señalada por un dedo que hacía ridícula mi modestia de prometida y daba un aire grotesco a mi abanico de soltera. Cada año que pasaba era como una prenda íntima que arrancaran de mi cuerpo. Y hoy se casa una amiga y otra y otra, y mañana tiene un hijo y crece, y viene a enseñarme sus notas de examen, y hacen casas nuevas y canciones nuevas, y yo igual, con el mismo temblor, igual; yo, lo mismo que antes, cortando el mismo clavel, viendo las mismas nubes; y un día bajo al paseo y me doy cuenta de que no conozco a nadie; muchachos y muchachas me dejan atrás porque me canso, y uno dice: «Ahí está la solterona», y otro, hermoso, con la cabeza rizada, que comenta: «A ésa ya no hay quien le clave el diente». Y yo lo oigo y no puedo gritar sino «vamos adelante», con la boca llena de veneno y con unas ganas enormes de huir, de quitarme los zapatos, de descansar y no moverme más, nunca, de mi rincón" 


Hay momentos en los que vivimos situaciones complicadas que nos llevan a un abismo que creemos sin retorno. Cuestiones como el desempleo, el desamor, la jubilación, la separación, la sensación de nido vacío o incluso el vivir parado en nuestro pasado o con miedo al futuro, hacen que estremos en un cajón desastre de emociones desesperadas que no nos hacen ningún bien.

El pozo oscuro al que nos conducen determinadas circunstancias consiguen que miremos la vida con una mirilla muy estrecha, y en ese momento perdemos de vista su inmensidad, las oportunidades que nos ofrece o la gente que tenemos alrededor. 

Hay ventanas que se abren y que están llenas de sensaciones emocionantes que tenemos que tener en cuenta, pero cuándo nos sentimos desesperados no somos capaces de verlas, por ejemplo en esta foto, ¿tú que ves?

Puedo mirar y ver una pared marrón, una chimenea, una ventana….pero también puedo ver la Alhambra, que luce bajo un cielo claro y a la que puedo ir a dar un paseo. 




Pero ¿QUÉ ES LA DESESPERANZA?   

La desesperanza es aquel estado de ánimo del ser humano que muestra una visión negativa de la realidad en la que se hace eco la tristeza, la depresión, y que afecta de forma muy importante a la baja autoestima, causa cansancio psicológico y físico llevando a la falta de acción para salir de esa situación.

¿Te ves o te has visto así alguna vez? 

Entonces, ¿Cómo puedo volver a tener esperanza?

Os dejo algunas recomendaciones:

1. Habla con alguien sobre tus sentimientos, cuéntale sinceramente que sucede en tu interior. No importa que la persona con la que hables sea amigo, terapeuta, psicólogo, familia, pareja...PERO CUÉNTALO. Esto hará que verbalices tus sentimientos, que los pongas sobre la mesa y de éste modo podrás afrontarlos con mayores garantías de éxito. También desaparecerá la soledad que sientes al hablar con alguien.

2. Medita sobre tu situación. Piensa hacia dónde te gustaría dirigir tu vida. Levántate y búscala. Te ayudará pensar en cosas que te ha gustado hacer en tu pasado, que te han motivado, que te hacían vivir. Una vez que recuerdes que cosas te movían por dentro, búscalas, lucha por conseguirlas. Puede referirse a un hobbit, una afición… Es importante que esta actividad la hagas fuera de casa, porque salir de casa en estos momentos es terapéutico en sí mismo.

3. Procura dentro de lo posible que te de la luz del día. Pasea al aire libre. Exponerse a los rayos de sol aumenta el estado de ánimo y nos hace ver la vida de una forma más amplia y relativizamos más los problemas. 

4. Deja atrás tu "victimismo". Si rebuscas en tus recuerdos, si haces consciente el día de hoy, y piensas sobre ello con tesón, te darás cuenta que ni todo es tan malo ni las cosas son blancas o negras. Siempre hay tonalidades. Y si rebuscas, encontrarás aquello que realmente te hace más feliz. 

5. Cree en ti. Nadie mejor que tu sabe que puede superar una situación. Céntrate en tu poder, en tu imagen…en tu ser. Piensa en lo mejor de ti, visualizado, ponlo dentro de una escena, como si te vieras a ti mismo en la televisión. 

6. Busca ayuda de especialistas. A veces creemos que no necesitamos ayuda, sin embargo, hay especialistas que trabajan para que te sientas mejor, para que pongas punto y final a esa desesperanza, para ofrecerte estrategias que hagan que veas más luz, allá donde ves solo sombra. 





miércoles, 11 de noviembre de 2015

EL FIN DE LA ESPERA


"OJALÁ QUE LA ESPERA NO DESGASTE MIS SUEÑOS". 
                                                  Mario Benedetti


Un día me levanté por la mañana y decidí que ya no quería esperar más. No quiero esperar más de mi, no quiero esperar más de los demás, no quiero esperar más de la vida. Entonces, decidí actuar, me liberé de esa responsabilidad de tener que cumplir continuamente con mis expectativas, de vivir esperando los deseos de los demás, esperar que de la vida lloviesen mis sueños. Fue esa mañana cuándo empecé a conseguir objetivos no esperados con recompensas añadidas. 

¿ME PREGUNTAIS QUÉ ES LA ESPERA? La espera es esa situación que no te deja pensar mas que en aquello que hoy podría estar pasando.






LA ESPERA DE UNO MISMO: 


Quien de vosotros no ha hecho nuevos propósitos de ponerse en forma cuándo pasen las navidades, después del verano, antes de una celebración... Pensamos que después de las  vacaciones estaré más descansado para atender a la gente que quiero y que les dedicaré más tiempo. Esperamos siempre que se de la circunstancia para estudiar algo que estamos deseosos de aprender, suponemos algún día le declararemos a alguien nuestro amor, que habrá lugar para hacer ese viaje que siempre hemos querido hacer, y que llegará la ocasión en la que podré ser feliz.

Todo aquello que realmente deseamos no depende de la espera. Esa es la excusa que tenemos para no intervenir y no coger las riendas de nuestra vida. Cuándo algo se desea con intensidad, la espera desespera y en consecuencia actuamos de inmediato para obtener el resultado esperado. Imaginad a dos amantes que se encuentran en la parada de un tren ¿se quedarían esperando para lanzarse a los brazos del ser amado?
Pensad por un momento que os dicen que tenéis que vivir en un mes todo lo que podáis porque luego ya no podréis hacerlo. ¿Tu esperarías? Yo no…

                   NO ESPERO DE MIS SUEÑOS MAS,
                                QUE LO QUE DE MIS SUEÑOS NACE. 



Todo lo que esperamos de nosotros mismos, todo lo que nos exigimos como imperativo legal sobre nosotros, las expectativas que proyecto sobre mi a corto medio  y plazo y que luego, la mitad de las veces no consigo, provocan en mi una enorme frustración y pensamientos de incapacidad personal a veces difíciles de reparar. Atentamos de este modo contra nosotros mismos, contra nuestra autoestima y contra nuestra seguridad personal. 
¿Tú permitirías que alguien te tratara así? ¿Entonces por qué lo haces tú contigo mismo? 

El objetivo en este caso es aceptarnos tal y como somos, creer en nuestras capacidades y aceptar nuestros errores. Viviendo el presente, el ahora, es así como dejaremos de esperar algo para el futuro y al exigirnos menos, aquello que consigamos nos gratificará más y las recompensas será más emocionantes y las viviremos con más intensidad. 


LA ESPERA DE LOS DEMÁS:

Escuchamos decir  continuamente que amigos, familiares,  compañeros, pareja, etc, me están fallando.
Esperamos de los demás más de lo que realmente ellos quieren dar, del mismo modo que ellos esperan de nosotros también. Ocurre que en el momento que no se obtiene el resultado esperado, la expectativa que tenemos en las otras personas no se cumple y nos sentimos decepcionados y frustrados por ello.

Con este modo de acción, llegamos a utilizar incluso el "chantaje emocional", manipulamos al otro, coaccionamos y si finalmente no conseguimos nuestro deseo, decimos que nos ha fallado, que nos ha defraudado, que esa persona no merece la pena.

En realidad, no es que esas personas nos fallen, sino que estamos limitando la libertad del otro, llegamos incluso a obligar a que se comporten de acuerdo a lo que esperamos de ellos, sin permitir que se manifiesten tal y como son y que nos den aquello que ellos quieran dar, con ello ni nos sentimos mejor ni hacemos crecer libremente a la otra persona, la relación nunca llegará a ser plena, estará condenada al fracaso en algún momento de la vida. 

¿Y cómo podemos dejar de sentir así?

Hay que aprender a dar sin esperar nada a cambio. Ofrecer lo que tengo si quiero o me apetece darlo. Analizando como me gusta a mi que me traten, aceptaré la libertad del otro. Unicamente si nos conocemos a nosotros mismos, salvamos nuestros miedos, cogemos el timón de nuestra vida y ganamos seguridad en nuestro ser, podremos dejar de esperar algo de los demás y con ello nos sentiremos mucho más liberados de la esclavitud de esperar algo de alguien. 

A todos nos gusta que nos reconozcan lo que hacemos, que nos alaben, que nos digan cosas bonitas, que nos valoren, pero de ahí a depender emocionalmente de ello hay una distancia prudencial. Dejar en manos de los demás nuestra propia felicidad, es un atrevimiento inútil que nos llevará al abismo de nuestra esencia. 

SI ESPERAS QUE LOS DEMÁS OPINEN DE TI, SERÁS UN ESCLAVO DE SUS PENSAMIENTOS. 


¡¡¡¡ LIBERATE YA, TU VIDA ES TUYA Y TIENES QUE VIVIRLA!!!!!









lunes, 9 de noviembre de 2015

MUJERES VALIENTES

A lo largo de mi vida he conocido una gran inmensidad de mujeres valientes. Se han enfrentado a distintas situaciones problemáticas, y han salido airosas de ellas, todo gracias a la forma de encarar la vida con ganas, pasión y valentía. 

¿Cuántas mujeres valientes conoces? Enumera con los dedos de tu mano a cinco que conozcas. 
Llámalas, envíales un mensaje y díselo, que esto siempre es muy reconfortante. Se sentirán sorprendidas. ¡¡¡¡¡Vamos, prueba a ver que pasa!!!!!

Yo voy a usar mi blog para nombrar a cinco. Seguro que con lo que aquí escribo se sentirán identificadas y felices de leer el sentimiento que tengo hacia ellas. 

Aquí va: 

1. Conozco a una mujer, muy cercana a mi, que es resolutiva de por si. No ha tenido una vida fácil, pero cada obstáculo que se le ha presentado lo ha solventado con la fuerza interior con la que resplandece. Aún así nunca le ha faltado un sonrisa en su cara. Lleva mucho tiempo esperando una intervención médica ¿¿esperando?? Yo diría que ella no ha esperado, porque ha luchado tanto para que se produzca la operación, que solo ella sabe por lo que ha pasado para que se adelante lo antes posible. Os preguntaréis: ¿No tiene miedo? Claro que tiene miedo, pero ella es valiente, no por no sentirlo, sino por ser capaz de afrontarlo. Nos da un ejemplo cada día de esa fortaleza. 

Esta persona siempre ha marcado mi camino, para que yo lo tenga más suave y ligero. Gracias a ella, entre otras personas más, he podido ser hoy quien soy. Siempre he admirado su constancia y su lucha para conseguir aquello que se proponía, aunque en ella el esfuerzo era muy considerable, porque además de luchar por sus deseos, seguía manteniendo a flote las necesidades de los demás, bondadosa toda ella, siempre dispuesta a ayudar. Mantiene el bienestar  de la familia, a pesar de renunciar muchas veces al suyo propio. Por todo esto y mucho más, hoy le envío mi reconocimiento a mujer valiente. Yo la quiero muchísimo, con todo mi corazón. 


2. La otra mujer que conozco es amiga mía, una gran amiga, no solo para mi, sino para todas las que tienen la suerte de serlo. Contar con personas valientes de esta categoría es un tesoro del que no me puedo desprender, no se encuentran personas tan entregadas en este mundo todos los días. Quiero destacar aquí un gran acto de valentía que hizo hace poco por su mejor amiga. Hizo un viaje en avión, lejos de su ciudad, para acompañar a su mejor amiga en el lecho de muerte de su madre. Allí estuvo ella, con sus miedos y terrores ante la muerte de seres queridos, acompañando con gran coraje a su amiga. 

Me emociona pensar que hay gente tan bondadosa en este mundo, y estoy orgullosa de tenerla cerca de mi. A pesar de sus miedos, de no estar pasando por el mejor momento de su vida, de tener que luchar por su bienestar y por el de todos los que la rodean, ella sigue estando ahí. No olvida una llamada de ánimo cuándo más la necesito, aunque la intente convencer que estoy bien, ella enseguida lo nota, y ese día no dejo de recibir mensajes de ella. ¿Casualidad? No, no es casualidad, es valiente y fuerte, capaz de enfrentarse a sus problemas y dispuesta siempre para los demás. Sigo pensando que tengo mucha suerte de haberla conocido y compartir con ella alguna que otra cerveza  de amistad. 

3. La tercera mujer es decidida, guapa, alegre y aventurera. Su valentía radica en luchar por sus deseos hasta llevarlos a término. Se ha marchado de nuestro lado durante un tiempo, porque quería viajar y vivir aventuras, además de darle a sus hijos un aprendizaje diferente que solo puede recibirse con un traslado de país. El miedo que supone viajar a un país diferente a muchos kilómetros de tu zona de confort, enfrentarte a lo desconocido con hijos pequeños, todo para darles la oportunidad de crecer es admirable. 

No carece de riesgos esa decisión, porque ella allí está sola, con sus hijos y su marido, pero no están cerca sus amigas para darle un abrazo fuerte cuándo lo necesita. Esta situación está haciendo que repare en sí misma, en sus fortalezas y debilidades. El viaje que ha hecho, le ha servido no solo para conocer lugares nuevos, sino para trazar su propio camino. Eso es valentía, eso es salir de lo conocido y cómodo para vivir emociones y luchar fuerte para que los tuyos también las vivan. No olvidaré junto a ella los meses de septiembre y algún que otro café y paseo por la playa con nuestras confidencias y su sensatez siempre al aconsejarme bien. 

4. La cuarta mujer que aquí os nombro también comparte cervezas conmigo en noches posibles. Ella se ha enfrentado como tantas otras a muchos momentos de enfermedad, propia y de familiares cercanos. Es valiente, dura y alegre, pues a pesar de tanto miedo vivido por motivos de salud, su humor la engrandece y es raro el día que no logra sacarnos una gran sonrisa. Admiro su sentido del humor, que tanto hierro quita a los problemas. Su compañía siempre me es grata, nos es grata. 

Ahora vuelve a vivir una situación muy delicada, no en su ser, pero si de alguien muy cercano a ella. El dolor que siente en estos momentos, el miedo y la incertidumbre, no dejan de hacerla reaccionar de una forma grandiosa, como solo ella sabe hacer. Está pendiente de todos los que la rodean, disimulando su sufrimiento para evitar que los demás sufran. Esta acción la hace fuerte y valerosa, ahora sabe que ella es la que tiene que estar al pie del cañón y que su apoyo es indispensable, lo asume con tesón y valentía, con amor y esperanza. Me gusta mucho su actitud positiva ante la vida, ella sabe muy bien que ese es el primer paso para recuperarse y dar ánimo al que está a su lado

5. La quinta y no menos importante para mi,  es todo "Paz y amor", con ella es difícil no encontrase como en el cielo. Ella luchó desde muy joven sola, sin un padre que te aliente en el camino. A pesar de eso, ve la vida con luz propia, y es positiva y alegre. Se ha enfrentado a circunstancias difíciles, pero con su alegría ha sobrevivido con gallardía. Es el caso de una mujer que se hace a ella misma, fuerte y sensata como la que más. Admiro también su valentía al decir siempre lo que piensa, sin miedo al que dirán. Ella es una gran amiga, no por compartir algunas cervezas conmigo, sino porque en momentos importantes, siempre ha estado a mi lado, escuchándome y compartiendo su luz. Me gusta como cada día se supera a ella misma, a sus miedos e inseguridades y los convierte en oportunidades que la llegan a beneficiar a ella y a las que estamos a su lado. 

Tiene esa valentía de reconocer sus debilidades y de superar esos momentos de adversidad en el trabajo. Ella es de las que piensan que todo va a ir bien, así que no es la posición que tiene, sino la disposición a superar los obstáculos lo que la hace una mujer guapa y encantadora, de la que es difícil no sentirse "enganchada". Me gustan nuestros paseos por el campo, nuestras charlas y nuestras risas. 


No olvidéis esto chicas: 

  ERES MÁS VALIENTE DE LO QUE CREES,
               MÁS FUERTE DE LO QUE PARECES Y MÁS 

        INTELIGENTE DE LO QUE PIENSAS. 


sábado, 7 de noviembre de 2015

EL ARTE DE ESCUCHAR

Siempre hay demasiadas cosas que decir, y poco tiempo para escuchar a los demás, para mirarlos, para preguntarles -¿cómo estás hoy?-, incluso a veces cuesta trabajo saludar, "buenos días, buenas tardes, buenas noches, hola ¿que tal?". ¿Tan difícil es hacer eso?.  Esto roza con las reglas básicas de la buena educación, esa que los adultos nos empeñamos en que los niños tengan, pero que a veces  la practicamos muy poco.

Nos perdemos muchas emociones en el camino por no saber escuchar. Dejamos de conocer a gente muy interesante por no saludar y mirarla a los ojos. Podemos extraer tanta información de este simple gesto….claro, pero para eso hay que tener oídos amplios, vista atenta y corazón abierto, con ganas de saber más cosas de la persona con la que te encuentras, pero también hay que quitarse muchos prejuicios internos, llegamos a pensar:  "no lo miro, porque vaya que se crea otra cosa", "no saludo ni pregunto como está, porque puede darme la castaña o decirme que me ocupe de mis asuntos". Y en todo esto no solo perdemos a personas interesantísimas en el camino, sino que nosotros mismos dejamos de ser personas interesantes también.

No somos conscientes de que una una simple pregunta del tipo: "Hola ¿Cómo estás hoy?" dirigida a  un compañero de trabajo, a un familiar, a un amigo o incluso a un desconocido, puede desencadenar un torrente de emociones fantásticas, que nos harán más humildes como personas, más empáticos  y más humanos en general. Hay momentos en los que echo de menos esa humanidad. Cada uno vamos a lo nuestro, rozando incluso la mala educación, pareciendo personas sin alma, sin sentimiento, fríos y bruscos, toscos y mezquinos, ¡¡¡¡¡¡ Y si realmente no somos así!!!!!!! entonces, ¿por qué nos comportamos de esa forma?

EL ARTE DE ESCUCHAR…. esa es la clave. Es todo un arte, desde luego, tienes que despojarte de muchos prejuicios y dotarte de una buena autoestima para que no te sientas "tonto", si hay alguien que no te responde. 


Oímos con nuestros oídos, pero escuchamos
                     con nuestros ojos, mente, corazón, piel y entrañas.

Nuestro comportamiento es o parece áspero porque no sabemos escuchar. 
Escuchar es diferente a oír. Para escuchar necesitamos interpretar lo que la otra persona nos cuenta y utilizamos más habilidades cognitivas: atención, empatía, recordar, pensar, razonar, no juzgar. Mientras que para oír utilizamos únicamente el oído, solo necesitamos el sistema auditivo. Escuchar requiere   tener en cuenta no solo el sonido, sino los gestos, los silencios, la postura, las miradas….


Os dejo un video que cojo prestado de youtube que me ha encantado: 




                 
 A partir de ahora, siempre os escucharé un poquito más, así mejoraré como persona.     



miércoles, 4 de noviembre de 2015

EL VINO DE LAS EMOCIONES


Un buen día descubrí que beber un buen vino junto a  mis amigos y amigas, me hacía experimentar una serie de sensaciones extraordinarias en mi interior. Me permitía ser más espontánea, hablar de temas más intensos e íntimos, reír más, escuchar mejor, oler y saborear con más pasión.



Esas emociones se ponen en evidencia al compartir un brindis con alguien. El sonido de la copa al chocar, el olor del vino al moverse, la visión de su extensa gama cromática, desde rojo pasión a blanco pálido, el tacto del abrazo al amigo, que queda lejos del retraimiento porque nos sentimos menos cohibidos y más libres, el calor que provoca su sabor…todo esto es un estallido de impresiones digna de dioses griegos. 

Como decía Luis Pasteur: "Hay más filosofía y sabiduría en una botella de vino, que en todos los libros". 


Aquí también están implicadas las partes de mi cuerpo: 

Mis ojos: Que son capaces de distinguir el aspecto de ese vino, su color, fluidez, efervescencia…además de observar a las personas que me acompañan, de ver sus gestos, su aspecto, el vino me permite mirar con más amor a la persona que tengo frente a mi, que al tomar vino, también está dando lo mejor de ella. 

Mi nariz: A través del olfato, distingo el bouquet, el aroma, que en caso de tratarse de un vino blanco, me recuerda a determinadas frutas, flores del campo, y lo relaciono en mis recuerdos, con buenos momentos junto a personas   agradables, unas más dulces y otras más ásperas, como el vino mismo. 

Mi boca: Con ella distingo el flavor, el gusto, el tacto y  la sensación térmica que me causa. De la misma forma que los besos cariñosos que doy, en los que siento la suavidad del vino. 




Una cosa muy importante a tener en cuenta al tomar vino, es que dependiendo de la emoción que quiero que intervenga en un determinado momento, es necesario que se tome un vino concreto, de igual forma que regalo unas flores específicas para cada situación.

Así tenemos que, vinos con aroma herbáceo provocan irritación, rabia y enfado, los de frutas cítricas, me provocan viveza y romanticismo. Los vinos amargos me causan insatisfacción y generan crítica; los ácidos desarrollan en mí  un gran ingenio. 

Por ello, tomar un buen vino está muy relacionado con el arte de vivir, y para vivir hay que experimentar todas las emociones de que disponemos: alegría, tristeza, ira, enfado, asco, miedo, vergüenza, todas ellas mezcladas con una copa y buena compañía pueden hacerte tener noches mágicas. 









"El vino alegra el corazón del hombre y la alegría es la madre de todas las virtudes." Goethe