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jueves, 29 de octubre de 2015

NIÑOS EMOCIONALES

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN NIÑOS. 

Educamos a mi hijo en emociones desde que es muy pequeño, tan pequeño que ya en la cuna le tenía colgadas fotos de caritas tristes y contentas, en blanco y negro, que venían en un libro que me regalaron "Todo un mundo de sensaciones" y "Todo un mundo por descubrir". 

Llegó un momento, en que el niño distinguía lo que le pasaba. "Hoy estoy muy triste por….", "mejor no hablamos, que estoy muy nervioso…", "estoy muy contento por…"  "No quiero dormir solo, tengo miedo…". 
Y no solo lo identificaba en su interior esos sentimientos,  sino que además sabía expresarlo. 

Con esta educación emocional, yo pensaba que todo sería mucho más fácil y llevadero y que se evitarían los problemas típicos de la educación de un menor,  no fue así del todo, es decir, que lo que se consigue con esto no es eliminar los problemas de la convivencia, sino darles forma y sentido, aprender a afrontarlos a gestionarlos y enseñar al niño para que también sepa hacerlo y no tema expresarse. 

Esto si lo he conseguido, las rabietas, los miedos, las tristezas…son afrontadas siempre con gran ánimo y de una forma más positiva. Hemos conseguido un niño más feliz, porque sabe expresar y gestionar sus emociones y una familia más feliz, porque todo podemos hablarlo desde el sentimiento. 

Todo esto comenzó con el libro de Inteligencia Emocional de Daniel Goleman, que leímos el padre y yo cuándo estábamos estudiando psicología. Época en la que se hablaba tanto de Coeficiente intelectual, con aquellos test estandarizados (Raven , Wechsler…). Pero a mi, que tanto me ha interesado siempre el tema emocional, pensaba que habría algo más que aquello que medían los test de inteligencia y con Goleman descubrí la Inteligencia Emocional. 

¿QUÉ ES ESO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL?



Desde entonces, el tema de las emociones es el que más me ha interesado, mis alumnas bien lo han sabido cuándo les daba clase de procesos cognitivos, en el que me detenía emocionadamente con el tema de la inteligencia emocional. 

Años después, cayó en mis manos otro libro: "Educar con Inteligencia emocional" de Maurice J. Elias, Steven E.Tobias y Brian S. Friedlander. 
En la contraportada del libro dice: "Este libro empieza donde acaba el de Daniel Golema. En él tratamos de ayudar a padres y madres a comprender por qué la inteligencia emocional es tan importante en lo que concierne a la crianza del día a día y a crear paz y armonía en una casa". 

Aconsejo la lectura de este libro, yo lo compré cuándo trabajaba con niños y necesitaba explicaciones más emocionales, basadas en el sentimiento. Una frase que puede resumir a mi parecer el libro sería: "Trate a los niños como le gustaría que le tratasen a usted", así que me leí el libro y pude educar y enseñar de una forma más positiva y responsable, con resultados más bonitos. (aún me saludan por la calle, me dan besos y me presentan a sus mujeres e hijos), para mí nada más emocionante. 

Claro, y a mi hijo se lo aplico desde que nació muchos años después. 
Tiene un par de estantes de cuentos de inteligencia emocional que nos encanta leer. Pongo aquí una pequeña relación de ellos por si a alguien le interesa: 

De la autora Trace Moroney: 

-"Cosas que me gustan de…" da ejemplos muy sencillos de situaciones cotidianas de los niños y a partir de ellas se generan pensamientos positivos. 

    *Cosas que me gustan de mi.  En el que se trabajo el concepto de autoestima. 

    *Cosas que me gustan de mi familia. En los diferentes tipos de familia que hay, la misión fundamental es la de que sus miembros se sientan queridos, seguros, protegidos y escuchados. En este ámbito, el niño no es menos.

- ¡No te enfades! de Berja García Sabajés y Armelle Modere. En este libro se gestiona el enfado para que se aprendan a cambiar comportamientos en diferentes ámbitos del niño (casa, colegio, amigos..)

-Siempre te querré. De Robert Mucsch, en el que de una forma muy poética enseña al menor cuales son las etapas de la vida y su evolución desde que se es niño hasta que se es mayor. 

- La colección ¿Qué sientes con? de Violeta Monreal. Aquí trabaja todos los sentimientos desde la A a la Z.  L de Libertad; N de nerviosismo. 



















- "El domador Miedoso" de Nuria Homs, en el que trabajamos el concepto del miedo. 

Estos son solo un pequeño ejemplo de libros que educan en las emociones, algunos están también relatados en youtube 

También hay películas, cortos, que trabajan este concepto:

Mamá de que color son los besos, en libros y en dibujos.




El lápiz amarillo:



El monstruo de colores: 







El pez arcoiris:



  El control de la Ira:



Como veis, de esta forma consigo que mi hijo no tenga tanto interés en encender la televisión, en la que solamente podrá ver aquello que no siempre me parece más adecuado, pero con estos vídeos que he cogido prestados de youtube y otros muchos más, él no prescinde de ver dibujos animados, eso si, con un resultado emocional mucho más positivo para él y para toda la familia. 


Y recuerda:

A veces no es posible estar alegres, 

pero siempre es posible estar en paz. 





miércoles, 28 de octubre de 2015

VOY A TOMAR UNA DECISIÓN


Desde que me despierto por la mañana hasta que me duermo por la noche estoy tomando decisiones, las cuales puedo englobar en distintos ámbitos ,desde el doméstico y familiar al ámbito laboral. También es distinta la dimensión: decisiones irrelevantes, como decidir que ropa me pongo hoy, a otras más importantes y difíciles, como por ejemplo decidir qué estudios quiero cursar o dónde quiero vivir. 
Y me pregunto, ¿por qué unos días se claramente lo que tengo que hacer y otros días me cuesta tanto decidirme?

La respuesta es la siguiente:

LAS EMOCIONES DEL MOMENTO INFLUYEN EN LA TOMA DE DECISIONES. 


Una vez que comprendo que las emociones afectan a nuestras decisiones, es necesario que me conozca a mí mism@, para saber cuales son las que me afectan y como me influyen en la manera en la que las manifiesto, tanto en mí mism@ como en los demás.
Por poner un ejemplo, se dice que no hay que ir a hacer la compra cuándo se tiene mucha hambre, porque la ansiedad que te provoca esa situación, hará que compres más cosas innecesarias que no tenías previsto.  Otro ejemplo: si hay algo que te enfada y tienes que hablarlo con  tu jef@,  pareja, hij@, padres, etc, espera a que se pase el enfado, porque así la solución a dicha decisión será más exitosa.  
Como veis, para ello es necesario que sepamos pararnos un momento y aprendamos a identificar las emociones que sentimos, y para ello es importante un análisis introspectivo de uno mim@.

Los estudios de investigación cada vez más, corroboran con más precisión que la toma de decisiones está más influenciada por las emociones que por la razón, y esto, lejos de lo que se creía antes, es requisito indispensable para llegar a tomar la decisión correcta. Con ello, se confirma la afirmación de Pascal "el corazón tiene razones que la razón ignora".

Cuando tomamos una decisión, se producen en nuestro cerebro unas reacciones que se encargan de recordar experiencias similares ya vividas en nuestra infancia, adolescencia, vida adulta. Además tenemos nuestras propias preferencias, en cuanto a gustos personales que vamos desarrollando en función del sentimiento positivo o negativo que nos van produciendo. De este modo, reaccionamos a la emoción manifestada y tomamos una decisión. 

¿LAS EMOCIONES ME AYUDAN A DECIDIR?

Siempre me ayudan a decidir, pero no siempre son buenas consejeras. 















Si estoy enfadad@, la decisión que elija será demasiado brusca y visceral, con lo cual puede que consiga la meta final, pero el medio que utilizo traerá consecuencias nada positivas. 
Si estoy triste, me dejaré arrastrar por ese sentimiento y haré las cosas sin ganas, con apatía, por ejemplo, me vestiré con lo primero que coja, descuidando nuestra imagen. 
Si tengo miedo, la decisión que tomo será de quedarme paralizad@ o salir corriendo en la dirección contraria a la que me gustaría tomar. 
Si estoy con ansiedad, puede que le de un grito a la persona que más quiero Y que se ha puesto en mi camino. 
Cuándo me siento culpable: Mis decisiones dependerán más de lo que la otra persona quiera que de lo que yo mism@ considere.
Si estoy alegre: probablemente decidiré aquello más positivo y beneficioso para mi y para los demás. Esta decisión la disfrutaré mucho más y será seguramente más acertada. 


Quiero decir con esto, que debemos aprender a controlar nuestras emociones, porque ya hemos visto que intervienen decididamente en las elecciones que hacemos, y si se toman esas decisiones de manera impulsiva, podemos conseguir resultados nada gratificantes para nuestra vida y con consecuencias muy desfavorables.
Aprender a controlar nuestras emociones es una tarea muy difícil que requiere de gran esfuerzo y dedicación. La inteligencia emocional se encarga de ello, y nos enseña a identificarlas para poder controlarlas. 
Quiero destacar por otra parte la necesidad de tomar decisiones por si mism@. Cuando decidamos algo, intentaremos guiarnos por nuestro instinto, que difícilmente nos engañará. Si la opción que escogemos es la que la otra persona decide, nos equivocaremos por completo. Para ello os dejo un pequeño vídeo muy ilustrativo. 


        NO OLVIDES QUE NADIE MEJOR QUE TÚ TOMARÁ LA DECISIÓN QUE MÁS LE CONVENGA. 

Os podría hablar del proceso de toma de decisiones que siempre he estudiado:  
  1. Define el problema
  2. Analizar el problema
  3. Evaluar las diferentes alternativas
  4. Elegir las alternativa
  5. Aplicar la decisión
Pero prefiero dar aquí algunas recomendaciones más cercanas y prácticas:

1. Encuentra en ti la razón por la que tomar esa decisión. No importa que sea buena o mala, lo importante es que sea tuya. 

2. Analiza tu estado emocional, controla tus emociones y las decisiones que tomes te harán más feliz. 

3. No tengas miedo ante una decisión, lo que decidas no será para siempre, podrás cambiarlo siempre que tú desees. 

4. Sincerate contigo mism@, si quiero tomar una decisión, lo único que tengo que hacer es querer tomarla.

5. Se flexible. No importa que te equivoques, porque esa equivocación será tuya y por tanto en tus manos estará que quieres remediarla. 

6. Por último, actúa, quítate el miedo al decidir, es un hábito que cuanto más se practica mejor sale. Como andar en bicicleta.



No os perdais este vídeo, que aclara visualmente lo que he querido explicar con palabras. 









Por último, no olvides la frase siguiente: 

SIEMPRE ESTAMOS TOMANDO DECISIONES, 
NO TOMAR UNA DECISIÓN IMPLICA
QUE YA LA HAS TOMADO